En ausencia de los cultivos transgénicos disponibles a nivel comercial, el mundo habría necesitado un 3,4 por ciento más de tierras de cultivo para alcanzar la producción agrícola mundial en 2019, según un nuevo estudio de la Universidad de Copenhague. Además, los expertos indican que las prohibiciones de siembra de semillas transgénicas tuvieron un impacto negativo en los beneficios globales de los agricultores por la no adopción de esta tecnología, logrando sólo un tercio del potencial estimado de beneficios económicos que podrían aportar los cultivos transgénicos.