Ajustando apenas un par de genes, estos tomates producen más antioxidantes (protectores contra el cáncer) que los arándanos y moras. Los investigadores ingleses que llevaron este desarrollo al mercado desde una pequeña empresa, no están interesados en ganancias por propiedad intelectual. Solo pretenden que este tomate se masifique para beneficio de agricultores y consumidores, lo cual ayudaría a mejorar la injustamente demonizada imagen de los cultivos transgénicos.