
Científicos ecuatorianos están utilizando edición genética para combatir la marchitez del banano causada por el hongo Fusarium oxysporum, uno de los mayores desafíos para la producción mundial de esta fruta. Al desactivar un gen clave en el patógeno con la herramienta CRISPR-Cas9, los investigadores han logrado reducir la virulencia de la enfermedad, ofreciendo un enfoque biotecnológico innovador frente a un problema que ha resistido métodos tradicionales de control.
Escuela Superior Técnica del Litoral (ESPOL) / 13 de noviembre, 2025.- Científicos ecuatorianos desarrollan una estrategia biotecnológica para frenar la marchitez del banano mediante la edición genética del hongo causante. La producción mundial de banano, uno de los pilares de la seguridad alimentaria y una fuente clave de ingresos para los países tropicales, se enfrenta a una amenaza persistente: la marchitez por Fusarium.
Esta devastadora enfermedad es causada por el hongo Fusarium oxysporum f.sp. cubense (Foc), un patógeno que coloniza las raíces del banano, interrumpe el transporte de agua y nutrientes y, finalmente, mata la planta.
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Durante décadas, la marchitez por Fusarium ha representado un gran desafío para la agricultura mundial. Su impacto económico es particularmente grave en países como Ecuador, el mayor exportador mundial de banano, donde el cultivo del banano genera miles de empleos y contribuye significativamente al comercio internacional.
El problema se ha agravado con la aparición de la Raza Tropical 4 (Foc TR4), una variante más agresiva que se ha extendido por continentes y puede persistir en el suelo durante décadas, lo que hace prácticamente imposible su erradicación mediante métodos convencionales como fungicidas o cuarentenas estrictas.
La incapacidad de controlar eficazmente la marchitez por Fusarium con las estrategias tradicionales ha impulsado la búsqueda de soluciones innovadoras.
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CRISPR-Cas9: La herramienta de precisión para debilitar al enemigo
Ante este escenario, un equipo de investigadores ecuatorianos desarrolló una estrategia biotecnológica basada en la edición genética in vitro mediante CRISPR-Cas9, dirigida al hongo responsable de la enfermedad. Esta herramienta de precisión permite realizar cortes específicos en el ADN del microorganismo, desactivando genes clave que facilitan su capacidad de infección.
El estudio, publicado en Frontiers in Plant Science, se centró en el gen SIX9, un componente de la familia de genes secretados en el xilema (SIX). Estos genes son expresados por el hongo durante la colonización de la planta y desempeñan un papel crucial en su virulencia. Al desactivar el gen SIX9, los investigadores debilitaron la capacidad del hongo para causar enfermedades, reduciendo su agresividad a nivel molecular.
Este enfoque representa un cambio importante respecto a las estrategias tradicionales de gestión fitosanitaria. En lugar de actuar sobre la planta o recurrir a medidas costosas como la erradicación de cultivos, la edición genética del patógeno abre la posibilidad de generar cepas atenuadas que podrían servir como modelos de estudio o incluso como bioagentes para superar a las variantes más peligrosas en el campo. Además, este tipo de intervención es rápida, replicable y escalable, lo que facilita su adopción por otros centros de investigación.
Más allá de su mérito técnico, esta investigación posiciona a Ecuador como líder regional en biotecnología agrícola. Proteger la producción bananera no solo salvaguarda un sector económico estratégico, sino que también proporciona un modelo innovador que puede replicarse en otras regiones tropicales afectadas por la marchitez por Fusarium u otras enfermedades fúngicas de alto impacto.
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El estudio, titulado «Optimización de un protocolo CRISPR-Cas9 in vitro para el gen SIX9 de Fusarium oxysporum f.sp. cubense raza 1 asociado con la marchitez por Fusarium del banano«, demuestra cómo la ciencia local puede generar soluciones de alcance global, combinando sostenibilidad, seguridad alimentaria y resiliencia ante las amenazas agrícolas emergentes.
En un contexto marcado por el cambio climático, la globalización del comercio agrícola y la creciente demanda de alimentos, la edición genética se perfila como una herramienta estratégica para abordar los complejos desafíos de la agricultura tropical. Investigaciones como esta demuestran cómo la biotecnología puede transformar problemas críticos en oportunidades para construir sistemas agrícolas más sostenibles y competitivos para el futuro.

