Trigo que se fertiliza solo: ahorraría más de mil millones de dólares al año en fertilizantes

Eduardo Blumwald
Eduardo Blumwald (centro) es profesor distinguido del Departamento de Ciencias Vegetales de UC Davis. Los miembros del laboratorio Hiromi Tajima (izquierda) y Akhilesh Yadav se encuentran entre quienes han estado trabajando en el desarrollo de trigo y arroz que puedan estimular las bacterias del suelo para producir nitrógeno que las plantas pueden usar como fertilizante. Aquí, el arroz crece en su invernadero en el campus. (Trina Kleist/UC Davis)

Un avance científico de UC Davis podría transformar la producción de cereales a nivel mundial a través de plantas de trigo editadas con CRISPR capaces de estimular la generación de su propio fertilizante natural.

ChileBio / 10 de septiembre, 2024.- El trigo es el segundo cereal más cultivado del planeta y el que más fertilizantes nitrogenados consume, con cerca del 18% del total mundial. Solo en 2023, los agricultores estadounidenses gastaron casi 36.000 millones de dólares en fertilizantes, y un ahorro del 10% gracias a innovaciones como la que hoy se presenta equivaldría a más de mil millones de dólares anuales.

Un equipo de científicos logró desarrollar plantas de trigo editadas con CRISPR capaces de estimular la producción de su propio fertilizante natural. Se trata de un avance que promete menores costos, menos contaminación y más resiliencia frente al cambio climático, y que marca un hito en el camino hacia una agricultura más sostenible y competitiva.

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La investigación, liderada por el profesor Eduardo Blumwald en la Universidad de California en Davis, consiguió que el trigo produzca y libere compuestos naturales que activan bacterias del suelo para fijar nitrógeno del aire y transformarlo en nutrientes que el cultivo puede aprovechar. De esta manera, se reduce la dependencia de fertilizantes sintéticos, cuyo uso intensivo genera contaminación de aguas, emisiones de gases de efecto invernadero y altos costos para los agricultores.

“El potencial es enorme, especialmente en regiones en desarrollo”, comentó Blumwald. “En África, muchos agricultores no pueden costear fertilizantes. Imaginen cultivos que generen de manera natural el fertilizante que necesitan: ¡qué gran diferencia para la seguridad alimentaria!”.

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Desde ChileBio, destacaron el impacto de este avance. Su director ejecutivo, Miguel Ángel Sánchez, señaló: “El desarrollo de un trigo que pueda estimular la producción de su propio fertilizante es un ejemplo concreto de cómo la biotecnología puede ayudar a reducir el uso de insumos químicos, disminuir la contaminación y, al mismo tiempo, hacer más competitiva y sostenible la agricultura. Estos avances muestran que la ciencia está entregando soluciones de alto impacto frente al cambio climático y la seguridad alimentaria global”.

Este avance se suma a investigaciones previas en arroz y ya se proyecta extenderlo a otros cereales. Con ello, se espera consolidar una nueva generación de cultivos más eficientes, limpios y accesibles, capaces de responder a los desafíos globales de sostenibilidad y seguridad alimentaria.

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