Una nueva encuesta revela que dos tercios de los adultos en Reino Unido apoyan el uso de la edición genética en la agricultura, y un 80% por parte de la generación Z (nacidos a fines de los años 1990’s y durante los años 2000’s). Estos datos destacan una creciente aceptación social de esta tecnología como herramienta clave para enfrentar desafíos en sostenibilidad, productividad y seguridad alimentaria.
British Sugar / 10 de abril, 2025.- El Reino Unido respalda la innovación emergente para proteger el futuro de su suministro de alimentos. El 69 % de los adultos británicos apoya firmemente la edición genética para crear un futuro sostenible y resiliente para la agricultura británica.
Una encuesta reciente, realizada por la empresa azucarera británica British Sugar, reveló que la «Generación Z» lidera la demanda de edición genética, con un asombroso 80 % que apoya esta tecnología.
Todos los grupos de edad consideraron la sostenibilidad como el principal motivador, y el 44 % citó las credenciales ecológicas como una razón clave para respaldar la edición genética. Al mejorar la eficiencia de los cultivos y reducir el uso de agua y fertilizantes, la edición genética no solo promueve prácticas agrícolas sostenibles, sino que también reduce las emisiones.
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La asequibilidad es otro factor clave, y el 50 % destaca los elevados costes de los alimentos en los últimos años como un factor clave. La edición genética reduce las enfermedades de los cultivos, lo que a su vez ayuda a aumentar y garantizar el suministro de alimentos, brindando la posibilidad de precios más estables para los consumidores y apoyando la agricultura y la accesibilidad alimentaria a largo plazo.
Con cada vez más sectores de la industria agrícola recurriendo a la edición genética como solución de futuro, British Sugar lidera el primer programa de investigación y desarrollo agrícola de este tipo en la industria azucarera, con el objetivo de garantizar la seguridad alimentaria y preservar el cultivo de remolacha azucarera en todo el Reino Unido.
En colaboración con el instituto de ciencias vegetales líder a nivel mundial, el Centro John Innes (JIC), y Tropic Biosciences, este proyecto de investigación multimillonario ha recibido una financiación gubernamental de 660.000 libras para impulsar la investigación sobre cómo la edición genética puede beneficiar al cultivo de remolacha azucarera británico.
La tecnología de edición genética tiene el potencial de generar impactos positivos en todo el mundo, acercando a la industria alimentaria a un futuro más sostenible y ofreciendo una solución segura para proteger a nuestros agricultores locales durante las próximas generaciones.
Dan Green, Director de Agricultura de British Sugar, afirmó: «La importancia crucial del acceso a alimentos nutritivos, asequibles y disponibles es un problema que nos afecta a todos. Nos alienta ver que los consumidores están aprovechando el potencial de la tecnología y la innovación, y su papel en la agricultura y la alimentación del futuro».
«La agricultura siempre ha tenido que evolucionar para adaptarse a los cambios climáticos, de los ecosistemas y de las expectativas del público, y la edición genética es la siguiente evolución para el futuro. Ayudará a los agricultores británicos a afrontar el impacto del cambio climático creando cultivos más fuertes y resistentes a las enfermedades, reduciendo el uso de pesticidas, mejorando el rendimiento y garantizando una mayor seguridad tanto para agricultores como para consumidores».
«Este es el siguiente paso crucial para el Reino Unido como líder mundial en investigación, desarrollo, tecnología e innovación agrícola, y surge tras una larga trayectoria de avances que han ayudado a proteger nuestros cultivos, mantener precios justos de los alimentos y asegurar la agricultura británica para el futuro».
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El profesor Steven Penfield, líder del Programa de Robustez en Cultivos (BRiC) del Centro John Innes, afirmó: «La resiliencia del suministro de alimentos del Reino Unido depende de que nuestros agricultores y productores puedan cultivar sus cultivos de forma sostenible y fiable. La edición genética impulsa la innovación agrícola, acelerando el desarrollo de nuevas variedades de cultivos con mayor rendimiento y mayor resistencia a plagas y enfermedades, lo que también permite a los agricultores reducir el impacto ambiental de sus prácticas agrícolas».
A pesar de estas ventajas, aún existen conceptos erróneos que crean una división entre las cuestiones éticas (38%) y las relacionadas con la salud (34%). A diferencia de la modificación genética, durante el proceso de edición genética no se incorporan nuevos genes de otras especies a la planta. Se trata de una innovación segura, con respaldo científico y el apoyo de líderes agrícolas. Fortalece los cultivos, haciéndolos más resistentes a las enfermedades, garantizando así una cadena alimentaria más resiliente en los próximos años