Bolivia siembra soya transgénica tolerante a herbicidas desde el año 2008, cosechando más de 1.2 millones de hectáreas en 2016. Sin embargo, sus agricultores vienen exigiendo durante los últimos años integrar nuevos rasgos como resistencia a plagas y tolerancia a sequía, además de integrarlos a cultivos importantes como el maíz, algodón y caña de azúcar.
La propuesta sobre el uso de transgénicos en los cultivos de soya, maíz, caña y algodón que el sector agrícola boliviano debe presentar al Gobierno, hasta fines de marzo, prioriza la búsqueda de semillas resistentes a factores como sequía, maleza y ataque de plagas.
Según el presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente CAO, Freddy Suárez, esta propuesta es consensuada con los sectores involucrados y contempla una cantidad diferenciada de eventos biotecnológicos para los distintos rubros.
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Suárez mencionó además, que el proyecto será presentado antes de los tres meses del plazo acordado con el Gobierno para dar paso a la promulgación de un decreto que autorice, en el menor tiempo posible, el uso de organismos genéticamente modificados.
En el encuentro entre el presidente Evo Morales y los empresarios se debatieron varios puntos, uno de los más esperados por el sector agrícola fue el del uso de material genéticamente modificado, o transgénico, para aumentar el rendimiento de la producción nacional.
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En esta reunión, se acordó que en marzo los agricultores deben presentar un estudio técnico sobre la utilización de este tipo de material en cultivos como soya, maíz, algodón y caña de azúcar.
El principal requerimiento para el cultivo de soya -que ya tiene autorización para la resistencia al glifosato- es el acceso a semillas capaces de resistir la sequía. Esta situación, según Mauricio Humbold, vicepresidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), permitirá que los cultivos de soya toleren la falta de agua y la maleza, lo cual repercutirá en un incremento de la productividad y los rendimientos.
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La propuesta para el cultivo de maíz también tendrá características similares. El presidente de la Asociación de Productores de Maíz, Sorgo y Frejol (Promasor), Freddy García, considera que los cultivos de las zonas norte y este del departamento de Santa Cruz requerirán al menos dos eventos transgénicos en sus semillas para que éstas sean resistentes al glifosato (maleza) y al ataque de lepidópteros, sobre todo al gusano cogollero.
Sin embargo, García considera que la producción de maíz en la zona sur de Santa Cruz, que contempla también algunos municipios de Tarija y Chuquisaca, requiere de un evento adicional para la resistencia a la sequía. “Van a ser diferentes eventos los que se pidan en tema de maíz”, agregó.
En cuanto a la solicitud del sector cañero, Federico Martínez, gerente de la Federación de Cañeros Santa Cruz, informó que el requerimiento apunta a la adquisición de variedades resistentes a la sequía, al estrés hídrico (inundación) y a la aplicación de herbicidas como el glifosato.
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Indicó que hace al menos un mes un grupo de dirigentes de este sector viajó a Tucumán (Argentina) para ver los tipos de caña que pudieran ser desarrollados en el país.
Por su parte, el presidente de la Federación Departamental de Productores de Algodón (Fedepa), Juan Campero, explicó que buscarán la autorización para el uso de semillas con dos eventos biotecnológicos capaces de resistir al ataque de lepidópteros y maleza, aunque, agregó, que los países vecinos trabajan en la aprobación de un tercer evento que permite la resistencia al ataque de chinches.
DATOS
Encuentros entre el Gobierno y empresarios. Las reuniones entre el Gobierno y los privados iniciarán el 12 de enero. En la primera, se abordará asuntos inherentes a la contraparte del sector privado para la construcción de Puerto Busch.
El uso de biotecnología incrementaría cultivos. Los rendimientos promedios en el cultivo de maíz con el uso de la biotecnología pueden incrementarse de 3,5 a 10 toneladas por hectárea.
Existe un evento de soya autorizado en el país. La promulgación del Decreto 24676, en el Gobierno de Carlos Meza, autoriza la producción de soya transgénica en Bolivia. El pedido del uso de biotecnología es de vieja data. De hecho, fue de las principales propuestas hechas por los productores para poder acompañar la agenda económica 2025.