La Asociación Europea de Bioindustrias (EuropaBIO) ha publicado un documento de referencia sobre impactos socio-económicos de la biotecnología agrícola titulado ‘Cultivos transgénicos: repartiendo los beneficios, menos en la Unión Europa’. El informe, basado en las últimas publicaciones científicas disponibles, concluye que si los agricultores europeos pudieran cultivar libremente variedades genéticamente modificadas podrían haber tenido un ingreso adicional de entre 443 y 929 millones de euros al año.
El informe analiza económicamente los beneficios que los cultivos transgénicos aportan respecto a los convencionales. Más de 15 millones de agricultores no europeos disfrutan de estos ingresos adicionales mientras que la Unión Europea permanece tímida y cada vez más aislada en la carrera biotecnológica.
Según señala el informe, las instituciones de la Unión Europea están discutiendo la posibilidad de incluir las consideraciones socio-económicas en el procedimiento de aprobación de nuevas variedades mejoradas genéticamente. Por ello es importante conocer el impacto de la biotecnología agrícola a nivel social y económico.
A día de hoy, “La Unión Europea es dependiente de la importación de cereales y soja, por ejemplo; en muchos casos transgénicos. Un proceso de aprobaciones lento y las numerosas barreras comerciales hacen que las importaciones de productos transgénicos sean más caras y que puedan afectar al comercio europeo”, señala el documento. Si no existieran los cultivos genéticamente modificados el precio mundial del maíz y la soja sería un 5,8 % y un 9,6 % más alto que el actual.
Muchos nuevos cultivos transgénicos se están desarrollando rápidamente en todo el mundo y están siendo autorizados. De acuerdo con el Centro de Investigación de la Comisión Europea, se espera que de aquí a 2015 el número de cultivos transgénicos comercializados aumente a 120. Cultivos tolerantes a sequía y salinidad, variedades mejoradas nutricionalmente, son algunas de las novedades que llegarán muy pronto y ante las cuales, según el informe, parece poco probable que la Unión Europea pueda mantener su enfoque negativo actual que viene perjudicando gravemente a los agricultores europeos.
Puedes acceder al documento completo en inglés siguiendo el siguiente enlace.
Fuente: Fundación Antama