El equipo de Normas Alimentarias de Australia y Nueva Zelanda (FSANZ) ha aprobado el uso en alimentos derivados de la soja transgénica MON87705 tolerante a glifosato que contiene menor contenido en ácidos grasos saturados y linoleicos y mayor contenido en ácido oléico. Las características de esta soja genéticamente modificada le otorgan mayores contenidos nutricionales que su homólogo convencional.
Steve McCutcheon, jefe oficial del FSANZ, explicó que “se ha permitido el uso de alimentos derivados de soja transgénica con alto grado en ácidos grasos oléicos, característica que le aporta mayores características nutricionales que el resto de variedades. La soja ha sido desarrollada para tener un perfil de ácidos grasos insaturados similar al aceite de oliva y al aceite de canola”.
El Consejo Ministerial de Regulación Alimentaria de Australia y Nueva Zelanda ha sido notificado oficialmente de esta aprobación y cuenta con sesenta días para responder al FSANZ para dar un dictamen final sobre dicha aprobación.
Fuente: Fundación Antama