El estudio evidencia que el uso de piensos «libres de transgénicos» tiene mayores costes para la industria y el medio ambiente. Sustituir los granos de maíz o soja transgénica, significaría aumentar las emisiones de carbono al ambiente y demandaría usar más tierras para fines agrícolas mediante cultivos convencionales menos productivos. Además, derivaría en un incremento significativo del precio de productos como la carne, la leche o los huevos para los consumidores..