Los científicos que trabajan en grandes arboledas de investigación, como las del huerto en Nueva Escocia (EE.UU.), están desarrollando las nuevas variedades de manzana, con mejor sabor y adaptación a desafíos productivos. Técnicas como la edición genética con CRISPR se asoman como una herramienta que ayude a cortar los largos ciclos de mejoramiento de manzanas, que pueden tomar 25 años antes de llegar al mercado.