En diciembre de 2023, Bangladesh se unió a la veintena de países que ya tienen regulaciones para comercializar cultivos mejorados con edición del genoma, considerándose cultivos convencionales siempre que demuestren no tener ADN exógeno o de otra especie en el producto final. Este avance le permite avanzar desde casos exitosos con transgénicos como la berenjena Bt, a la nueva ola de cultivos mejorados con técnicas de precisión como CRISPR, con varios proyectos en curso en su sector público.