Investigadores de Corea del Sur han desarrollado un tomate editado genéticamente alto en pro-vitamina D, con niveles mayores al de un tomate editado previamente en Reino Unido. Cada fruto tendría un nivel de provitamina D equivalente al de 3 o 4 filetes de salmón aproximadamente, convirtiendo este enfoque de biofortificación en una herramienta importante para reducir la deficiencia de un vital nutriente.