Las semillas de cebada genéticamente modificada de una empresa islandesa se utilizan en un proceso que crea carne cultivada en laboratorio. Una proteína en las semillas, conocida como factor de crecimiento, se cosecha, muele y purifica antes de que pueda usarse. Si bien los primeros factores de crecimiento provienen de los animales, se espera que este método mediante cebada modificada sea más barato y escalable.