Durante cientos de millones de años, las plantas han tenido la capacidad de aprovechar el dióxido de carbono del aire utilizando energía solar, y ahora, investigadores están en camino de construir células artificiales como biorreactores verdes sostenibles. Un equipo de investigación ha logrado desarrollar una plataforma para la construcción automatizada de módulos de fotosíntesis del tamaño de una célula. Los cloroplastos artificiales son capaces de unir y convertir el dióxido de carbono (gas de efecto invernadero) utilizando energía luminosa.