Una colaboración público-privada internacional esta desarrollando papas transgénicas resistentes al problemático tizón tardío, que destruye entre un cuarto y la mitad de la cosecha, para los agricultores de Bangladesh e Indonesia. Los ensayos de campo han mostrado resultados de resistencia completa al patógeno y se espera que su liberación a campo reduzca en un 90% la aplicación de fungicidas.