Los parientes silvestres del maní moderno tienen una alta resistencia a enfermedades y otras ventajas que se perdieron en la domesticación, sin embargo, producen nueces muy pequeñas. Ahora, científicos de Estados Unidos han identificado la genética detrás de estas características ventajosas, y las están traspasando al maní moderno mediante cruzamientos dirigidos con ayuda de herramientas moleculares.