El chicle lleva una proteína producida en lechuga genéticamente modificada atrapa el virus SARS-CoV-2, causante de COVID-19. Una cantidad pequeña de esta proteína se asoció con una reducción del 95% en células animales e hisopos de fluido nasal y de garganta de personas infectadas. El investigador líder también esta probando este enfoque para el virus de la influenza.