Científicos del Reino Unido han desarrollado plantas genéticamente modificadas capaces de producir las moléculas de ácidos grasos saludables similares a las de la leche materna humana. Este avance permitiría desarrollar fórmulas infantiles de mejor calidad (que dependen de fuentes vegetales con aceites que no tienen los mismos beneficios), y el proceso actual para obtener la misma grasa de alta calidad es caro y de alto impacto ambiental.