Una startup israelí ha ideado una forma de aumentar la cantidad de alimento para los animales editando genéticamente el follaje actualmente descartado de las cosechas de papa y haciéndolo adecuado para el consumo del ganado. La presencia de un glicoalcaloide tóxico (solanina) en el follaje de la papa hace que se pierdan unas 150-200 millones de toneladas de alimento animal potencial cada año.