La startup Remilk, dedicada a la fermentación de precisión, dice que la aprobación ‘histórica’ del Ministerio de Salud de Israel encontró que su proteína de leche producida en microorganismos biotecnológicos y sin animales es ‘segura, de alta calidad e idéntica a su contraparte derivada de las vacas’. A inicios de este año, la startup israelí recibió aprobación comercial en Singapur y aprobación por la FDA en EE.UU.