Un nuevo estudio que analiza los impactos socieconómicos y ambientales de 25 años de comercialización de los cultivos transgénicos, concluye que estos han aumentado los rendimientos agrícolas globales en maíz, soya, algodón y canola, con las mayores ganancias para los agricultores (especialmente de países en desarrollo) debido a un mejor control de plagas y malezas, lo cual ha reducido el uso de tierras al permitir producir más alimentos en menor superficie. Además, han reducido colosalmente la emisión de carbono al ambiente y el uso de pesticidas.
La agricultura regenerativa podría beneficiarse de la edición genética para una mejor sostenibilidad
El CEO de una empresa emergente que utiliza edición genética en el mejoramiento de cultivos, afirma que la edición genética puede potenciar los objetivos de sostenibilidad de la agricultura regenerativa. Menciona como ejemplo un cultivo de su empresa, una camelina editada con CRISPR, como una opción más atractiva y sostenible como cultivo de cobertura. «Siempre y cuando tenga un efecto positivo en la biodiversidad, la regeneración del suelo y resiliencia hídrica, está perfectamente bien» afirma un propulsor de la agroforestería regenerativa sobre esta tecnología.