Científicos belgas emplearon edición genética con CRISPR en álamo para reducir la cantidad de lignina de manera estable, sin causar una pérdida de rendimiento en la biomasa ni altura. La madera de los árboles editados tuvo un aumento de hasta un 41% en la eficiencia de procesamiento, lo cual es un avance potente en la producción de biocombustibles, papel y biomateriales reduciendo la huella de carbono.