Nuevas ideas sobre cómo los tardígrados (o popularmente conocidos como “osos de agua”) sobreviven en ambientes extremadamente secos podrían revelar nuevas formas de preservar los medicamentos, aumentar la tolerancia de los cultivos a la sequía o combatir enfermedades, pero hasta ahora no hay una respuesta simple sobre cómo estas pequeñas criaturas soportan la desecación extrema.