Biólogos de la Universidad de Purdue, dirigidos por Stan Gelvin, han desarrollado cepas de Agrobacterium que entregan T-DNA al núcleo de la plantas pero sin integrarlo al genoma. Esto permite expresar nuevos rasgos valiosos, sin generar plantas “transgénicas”, y no se necesitan métodos tradicionales para eliminar el T-DNA. La innovación se encuentra bajo una solicitud de patente.