Investigadores del Boyce Thompson Institute (BTI) han reportado interesantes hallazgos sobre una mutación del tomate conocida desde hace mucho tiempo (que hace crecer a la planta cerca del suelo y no hacia arriba). Esta mutación también generaría resistencia a una complicada enfermedad que pudre los frutos del tomate, desbloqueando el potencial para mejorar la calidad de la fruta y evitar el desperdicio alimentario.