El equipo a cargo del proyecto es liderado por el Dr. Patricio Arce, del Instituto de Ciencias Aplicadas de la Universidad Autónoma. Su trabajo científico tiene como objetivo aportar a la seguridad alimentaria en la región manteniendo el aporte nutritivo de este alimento esencial.
El Mercurio / 7 de junio, 2024.- Ante la crisis hídrica que amenaza la productividad agrícola en América Latina, un grupo de investigadores chilenos está trabajando en el desarrollo de una variedad de poroto resistente a la sequía. El desarrollo científico busca asegurar la seguridad alimentaria en la región, manteniendo el aporte nutritivo de este alimento esencial.
El poroto, conocido también como frijol en varios países hispanohablantes, es un alimento fundamental en la dieta humana, proporcionando proteínas y minerales esenciales. Existen aproximadamente 150 variedades de poroto en el mundo, cada una con características únicas. Sin embargo, la crisis hídrica actual exige el desarrollo de nuevas variedades resistentes a la sequía. En respuesta a esta necesidad, un equipo de investigadores liderado por el Dr. Patricio Arce del Instituto de Ciencias Aplicadas de la Universidad Autónoma, con la colaboración de la Universidad de la Frontera y la Universidad Católica de Temuco, está trabajando en esta dirección.
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«El escenario que viene para Chile y muchos países de América Latina es una disminución de las precipitaciones. El poroto es un alimento fundamental en la dieta de América Latina, y en algunos países como Chile, Brasil y México su cultivo se basa en aguas de lluvia. Si las precipitaciones disminuyen, la productividad del frijol disminuye, y con ello el alimento de la población también», asegura Arce.
El equipo está desarrollando el Proyecto Anillo (ATE230007) titulado «Sustentabilidad alimentaria en condiciones de estrés por sequía: Phaseolus como planta modelo», en el cual están usando la edición génica para crear una variedad de poroto más resistente. Los investigadores lograron conseguir genes relacionados con la apertura de los estomas y están trabajando para editarlos. La intención es reducir la transpiración sin afectar la fotosíntesis, logrando plantas igualmente nutritivas, pero más eficientes en el uso del agua.
El poroto, presente en la cultura gastronómica chilena en platos como las granadas o ensaladas, es vital para la nutrición de muchas personas. «Son plantas muy ricas en proteínas, un alimento fundamental para la alimentación humana. Creemos que, si conseguimos crear plantas que sean editadas y que toleren mayor crecimiento ante la escasez de agua, haremos un aporte considerable a tratar de garantizar la seguridad alimentaria para muchas personas, especialmente en América Latina», afirmó el Dr. Arce.
Los modelos teóricos predicen aumentos de temperatura de 2°C y una reducción de las lluvias, afectando significativamente la productividad y calidad nutricional de los cultivos. Esta investigación requiere un trabajo comprometido y dedicado, involucrando a especialistas de diversas disciplinas.
«Uno de los principales desafíos es que tenemos que desarrollar trabajos multidisciplinarios, donde será clave el talento de agrónomos, biólogos, bioquímicos, biotecnólogos y personas que manejen herramientas informáticas. También necesitamos especialistas en propiedad intelectual, comercialización, patentamiento y comunicación con los distintos estamentos del mundo social y de toma de decisiones», concluyó el Dr. Arce.