Con un plazo de dos o tres años, Argentina podría contar para su producción con una caña de azúcar transgénica tolerante al herbicida glifosato y a otros principios activos. La responsable de esta avanzada es la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) de Tucumán, que ya se encuentra haciendo ensayos a campo.
Como ocurre con otros cultivos, en la caña las malezas también son un factor limitante de los rendimientos. Además, existen algunas malezas que son muy difíciles de controlar y requieren múltiples aplicaciones. Después de su plantación, la primera generación de este cultivo se llama «caña planta» y luego, en los años siguientes, se denomina «soca». A modo de ejemplo, de no controlarse las malezas en «caña planta», se puede llegar a perder hasta un 80% de la producción.
Pero la historia no termina ahí: según Daniel Ploper, director técnico de la Eeaoc, disponer de una caña transgénica permitirá reducir los costos del control de malezas en un 50%.»En la actualidad se hacen alrededor de tres aplicaciones con un costo de US$ 50 por hectárea (entre las tres aplicaciones), cifra que se podría reducir a US$ 20 por hectárea con un par de aplicaciones de glifosato», dijo Ploper.»En definitiva, se espera un impacto económico por una reducción del costo de producción y una disminución en el uso de agroquímicos de síntesis, con el correspondiente beneficio desde el punto de vista ambiental ya observado en otros cultivos», agregó.
La Eeaoc viene realizando ensayos a campo desde 2010 en Tucumán. Además, el año pasado sumó también a una localidad de Salta.»En cada localidad se evalúan varias líneas transformadas durante dos generaciones (caña planta y soca 1). Se generan datos agronómicos y provenientes de la interacción de las líneas transformadas con el medio ambiente y se realizan observaciones morfológicas y composicionales con el fin de asegurar que no existen diferencias significativas entre las líneas transformadas y la variedad convencional que les dio origen», señaló.
El gen que se introdujo para obtener la resistencia al glifosato es el mismo que se usó en soja, maíz y algodón para generar variedades tolerantes a este herbicida. Ese gen viene de una cepa de la bacteria Agrobacterium tumefaciens. Si bien se comenzó con glifosato, también se está trabajando con otros principios activos. La investigación de la Eeaoc ya se encuentra en la etapa de los ensayos a campo. Vale recordar que para obtener un producto transgénico hay que pasar primero una etapa de laboratorio y luego en invernadero y a campo. Todo esto controlado por la Comisión Asesora en Biotecnología Agropecuaria (Conabia) y el Senasa.
Fuente: ArgenBIO (http://argenbio.org/index.php?action=notas¬e=6092)