En un avance histórico para la innovación agrícola, la Unión Europea alcanzó un acuerdo para regular las nuevas técnicas genómicas (NTG), un paso que posiciona al continente en la senda de los países que han optado por modernizar sus marcos regulatorios para impulsar cultivos más resilientes, sostenibles y adaptados al cambio climático.
ChileBio / 5 de diciembre, 2025.- El Consejo y el Parlamento Europeo han alcanzado un acuerdo provisional para regular el uso de nuevas técnicas genómicas (NTG) en plantas. Este acuerdo, calificado de trascendental por la comunidad científica y la industria agrícola, abre oportunidades sin precedentes para que los agricultores europeos accedan a herramientas biotecnológicas de última generación, capaces de generar plantas más resistentes a sequías, plagas y enfermedades, reduciendo el uso de insumos y fortaleciendo la seguridad alimentaria.
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La decisión de la UE se suma a la tendencia global: más de 30 países, entre ellos Estados Unidos, Argentina, Brasil, Japón, Australia y Chile, han avanzado favorablemente en marcos regulatorios modernos para la edición del genoma, reconociendo su potencial para acelerar la innovación, reduciendo tiempos y costos en comparación a otras herramientas y estrategias.
En el caso de Chile, el país ha sido pionero en América Latina al establecer un procedimiento claro para determinar cuándo una planta editada genéticamente no se considera un OGM (organismo genéticamente modificado, o «transgénico»), permitiendo que investigadores nacionales, startups y empresas semilleras innoven con certeza jurídica. A la fecha, 89 solicitudes presentadas han sido determinadas como no-OGM en Chile, lo que ha permitido un desarrollo ágil de productos mejorados mediante técnicas de edición génica.
Para el Dr. Miguel Ángel Sánchez, Director Ejecutivo de ChileBio, “lo que ha ocurrido en la Unión Europea es una señal clara de que el mundo está avanzando hacia regulaciones modernas, basadas en evidencia científica y orientadas al bien público. La edición del genoma representa una oportunidad única para que países como Chile fortalezcan su liderazgo como hub biotecnológico, impulsen una agricultura más sostenible y generen nuevas variedades capaces de enfrentar la crisis climática. Este es el momento de redoblar esfuerzos, apoyar a nuestros investigadores y asegurar marcos regulatorios que fomenten la innovación responsable.”
La nueva normativa europea contempla dos categorías para las plantas obtenidas mediante NTG:
- Categoría 1: plantas equivalentes a las convencionales, con un procedimiento simplificado de notificación y sin etiquetado obligatorio (excepto en semillas).
- Categoría 2: plantas que requieren autorización, etiquetado específico y evaluación de riesgos, siguiendo una lógica similar a la de los OGM.
Este enfoque flexible permite proteger a los consumidores y al medio ambiente, sin frenar el desarrollo de innovaciones que serán determinantes en la transición hacia una agricultura climáticamente inteligente.
Con esta decisión, la UE reafirma una convicción compartida por la mayor parte de la comunidad internacional: la biotecnología agrícola es una de las herramientas más poderosas para enfrentar la inseguridad alimentaria, las crisis climáticas y la necesidad de producir más con menos recursos.
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Los cultivos desarrollados con nuevas técnicas genómicas permiten: reducir la dependencia de fertilizantes y pesticidas, mejorar la productividad en escenarios climáticos adversos, aumentar el valor nutricional de los alimentos, minimizar pérdidas en los sistemas de producción, y acelerar la adaptación de la agricultura a nuevos desafíos globales.


