El Arroz Dorado (Golden Rice, GR), uno de los desarrollos biotecnológicos más emblemáticos en biofortificación, cumple 25 años desde que irrumpió en la escena global como una solución prometedora para combatir la deficiencia de vitamina A, una condición que afecta a millones de personas en el mundo.
ChileBio / 29 de agosto, 2025.- Una revisión recientemente publicada en The Journal of Nutrition repasa y discute la historia del GR, la evidencia científica y desafíos, destacando su potencial como herramienta complementaria en la lucha contra la malnutrición. “En estos más de 20 años, el Arroz Dorado ha representado un caso emblemático de cómo la biotecnología busca responder a un problema de salud pública, integrando innovación agrícola con nutrición, y donde la evidencia científica respalda su utilidad y uso”, señaló el Dr. Miguel Ángel Sánchez, director ejecutivo de ChileBio.
El Arroz Dorado nació como una prueba de concepto en una colaboración entre el Instituto Federal Suizo de Tecnología y la Universidad de Friburgo, y evolucionó hasta una segunda generación (GR2), la cual produce elevados niveles de β-caroteno, precursor de la vitamina A. Esta versión, que produce incluso hasta 15 veces el contenido de caroteno que sus versiones previas, fue donada al Instituto Internacional de Investigación del Arroz (IRRI) para programas de mejoramiento público.
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En 2019, Filipinas aprobó su consumo y en 2021 autorizó su producción comercial, iniciando la distribución en 2022 con la variedad Malusog 1. Sin embargo, una resolución judicial en 2024 suspendió temporalmente su uso, decisión que sigue en revisión por la Corte Suprema. Otros países como Australia, Nueva Zelanda, Canadá y Estados Unidos ya lo han evaluado y declarado seguro para consumo.
La evidencia científica muestra que, incluso con pérdidas poscosecha, el Arroz Dorado mantiene niveles adecuados de β-caroteno y que su adopción podría reducir en un 35% la insuficiencia de vitamina A en Bangladesh y hasta un 25% en Filipinas e Indonesia.
Los defensores del proyecto destacan que tras 25 años el GR se mantiene como una de las innovaciones más emblemáticas en biofortificación, con el potencial de ser una herramienta clave en la lucha contra la malnutrición y la deficiencia de vitamina A en la población.
A diferencia de otros desarrollos biotecnológicos, el Arroz Dorado es de uso público, permitiendo a los agricultores guardar y reutilizar semillas, lo que facilita su integración en comunidades rurales. Su futuro dependerá de marcos regulatorios claros y estrategias de adopción que involucren a agricultores y consumidores, para así aprovechar su potencial en la mejora de la salud y nutrición a nivel global.