ChatGPT Image Jul 21, 2025, 12_36_05 AM

El curioso caso de los tomates que evolucionan «a la inversa» en las Islas Galápagos

En las islas Galápagos, científicos han descubierto que los tomates silvestres están desarrollando una «evolución reserva», recuperando rasgos bioquímicos ancestrales de defensa perdidos hace millones de años. Este fenómeno, impulsado por presiones ambientales extremas y la introgresión genética con especies introducidas por el ser humano, revela cómo la evolución puede ir en reversa y abre nuevas oportunidades para la biotecnología agrícola.

ChileBio / 18 de julio, 2025.- En las míticas islas Galápagos, cuna de la teoría de la evolución, un nuevo episodio desafía las ideas más arraigadas sobre cómo cambian las especies a lo largo del tiempo. Científicos han documentado un fenómeno inusual en los tomates silvestres de este archipiélago volcánico: no están evolucionando hacia «nuevas formas», sino retrocediendo y recuperando rasgos perdidos en el pasado. Se trata de una historia de reversión bioquímica, hibridación genética y advertencia evolutiva.

Retrocediendo millones de años

Tomates de-evolucionados de Galápagos. (Adam Jozwiak/UCR)

Investigadores de la Universidad de California Riverside descubrieron que poblaciones silvestres de Solanum cheesmaniae y Solanum galapagense, especies endémicas de Galápagos, están produciendo compuestos que no se veían desde sus ancestros más antiguos. En vez de generar los alcaloides esteroides típicos de tomates modernos (con una configuración química conocida como isómero 25S), ciertas plantas en las islas más jóvenes como Fernandina e Isabela producen el isómero 25R, una variante ancestral que se creía olvidada por la evolución moderna. 

El origen de este cambio se rastrea a una enzima clave: GAME8, responsable de la síntesis de estos alcaloides. Solo cuatro mutaciones de aminoácidos en esta enzima bastaron para cambiar completamente el resultado bioquímico, reactivando una ruta metabólica propia de parientes antiguos como la berenjena y la papa.

Los hallazgos fueron publicados en la revista Nature Communications.

[Recomendado: Publican el pangenoma del género «Solanum», permitirá mejorar la calidad de tomates, papas y berenjenas]

La evolución no siempre avanza

Este fenómeno, que algunos científicos describen como «de-evolución» o evolución reversa, desafía el concepto de que los cambios evolutivos son unidireccionales y progresivos. La evolución, en realidad, es un proceso dinámico, moldeado por presiones del entorno. Cuando las condiciones cambian (como en este caso por el aislamiento geográfico, el tipo de suelo volcánico y la altitud de las islas), también lo hacen los rasgos que resultan ventajosos.

Este tipo de “evolución reversa” es raro; sin embargo, casos similares se han observado en peces, serpientes e incluso bacterias, pero difícilmente con evidencia química tan precisa

El hallazgo sugiere que los tomates silvestres han reactivado un antiguo programa genético porque podría conferirles ventajas en suelos jóvenes y extremos, con alta salinidad y bajos nutrientes. Esta adaptación bioquímica, aparentemente regresiva, en realidad podría ser una solución sofisticada a condiciones hostiles.

[Recomendado: «Tú dices edición del genoma, yo digo mutación natural»… en una generación recrean importante mutación en la domesticación del tomate]

Hibridación con variedades modernas

Planta de tomate con alcaloides más comunes. (Adam Jozwiak/UCR)

A este fenómeno natural se suma una presión externa: la acción humana. Con la llegada del ser humano a Galápagos, también llegaron especies exóticas como el tomate de huerto que comemos actualmente (Solanum lycopersicum), que ha comenzado a cruzarse con las especies nativas. Esto ha dado lugar a una preocupante hibridación que borra progresivamente las líneas genéticas puras.

Plantas con frutos más grandes, de color rojo y menor resistencia al estrés están reemplazando a las originales de frutos pequeños y anaranjados, ricas en carotenoides como el β-caroteno (provitamina A). Este proceso de introgresión genética, en el contexto de una biodiversidad limitada como la de las islas, amenaza con hacer desaparecer para siempre adaptaciones únicas que tardaron miles de años en desarrollarse.

Una ventana al pasado evolutivo

Los científicos analizaron poblaciones de tomates silvestres en distintas islas del archipiélago y hallaron una correlación clara entre la edad geológica de las islas y el tipo de metabolito producido. Mientras en las islas más antiguas se conservan las rutas modernas (25S), en las más jóvenes aparecen rutas ancestrales (25R).

Esta distribución no es casual. Refleja cómo los organismos responden al entorno geológico y ecológico, adaptándose en función del suelo, clima y aislamiento. Es una especie de arqueología viva de la bioquímica vegetal.

Para probar su hipótesis, los investigadores modificaron plantas de tabaco en laboratorio con las variantes de GAME8 encontradas en Galápagos. Las plantas comenzaron a sintetizar los compuestos ancestrales, confirmando que estos cambios no son casuales, sino producto de una maquinaria genética precisa y reutilizable.

Este tipo de hallazgos no solo tiene valor científico. También abre puertas a nuevas aplicaciones en agricultura, salud y conservación.

Los «tomates silvestres que podrían salvar a los tomates modernos»

Las especies S. cheesmaniae y S. galapagense no solo son joyas evolutivas. También son reservorios genéticos de gran valor para la mejora vegetal. Su tolerancia a la sequía, salinidad y su riqueza en compuestos bioactivos podrían transferirse a cultivares modernos, dotándolos de mayor resiliencia frente al cambio climático.

Con herramientas de edición genética como CRISPR/Cas, hoy es posible recuperar selectivamente estos genes o rutas metabólicas ancestrales, sin necesidad de introducir ADN foráneo ni afectar cualidades agronómicas clave como el sabor, el tamaño o el rendimiento.

La historia de los tomates de Galápagos nos muestra que el conocimiento profundo de los mecanismos moleculares de las plantas puede darnos herramientas para diseñar una agricultura más inteligente y sostenible.

[Recomendado: Mejor sabor y rendimiento: tecnología basada en CRISPR permite mejorar rasgos complejos en el tomate]

Uno de los aspectos más intrigantes del estudio es que muchas de las capacidades de defensa y adaptación presentes en estas plantas silvestres aún permanecen ocultas o subutilizadas en sus parientes domesticados. Genes que permiten resistir enfermedades, sintetizar compuestos protectores o tolerar condiciones extremas han sido silenciados o eliminados por siglos de selección enfocada en productividad y apariencia.

Gracias a la biotecnología moderna, hoy podemos revivir estos mecanismos dormidos de forma dirigida y precisa, integrándolos en variedades agrícolas sin comprometer sus atributos comerciales. En lugar de forzar a las plantas a adaptarse a nuestras necesidades, podemos ayudarlas a reconectarse dirigidamente con rasgos genéticos ancestrales.

Comments are closed.