El gobierno de Nueva Zelanda avanzará en nueva legislación para facilitar a las empresas y a los investigadores el desarrollo y la comercialización de productos que utilicen tecnologías genéticas como la edición del genoma. La ministra de Ciencia, Innovación y Tecnología, Judith Collins, dijo en un comunicado que las normas y los procesos que requieren mucho tiempo han hecho que la investigación fuera del laboratorio sea casi imposible.
ISAAA / 14 de agosto, 2024.- El Ministerio de Negocios, Innovación y Empleo de Nueva Zelanda (MBIE, por sus siglas en inglés) anunció que se están realizando revisiones en sus normas sobre tecnología genética para ponerse al día con los avances en ciencia y tecnología, en particular en la edición genética.
Al igual que en Australia, Nueva Zelanda establecerá un organismo regulador que garantizará la salud y la seguridad de las personas y el medio ambiente. El MBIE lidera la tarea de actualizar las normas, junto con el Ministerio de Industrias Primarias, el Ministerio de Salud, el Ministerio de Medio Ambiente y el Departamento de Conservación.
Los cambios en la regulación de las tecnologías genéticas respaldarán la investigación y el desarrollo de lo siguiente:
- Terapias innovadoras para ayudar a combatir el cáncer;
- Un nuevo tipo de pino que satisfaga las necesidades forestales y proteja y preserve los entornos naturales;
- Frutas y verduras con mayor resistencia a las plagas y enfermedades, lo que dará lugar a un mayor suministro de alimentos y a un menor desperdicio de alimentos.
Al igual que en otros países, se formará un Grupo Asesor Técnico (TAG) para proporcionar información técnica sobre las regulaciones, incluidos los procedimientos regulatorios y las preocupaciones técnicas relacionadas con la biotecnología, las técnicas genéticas y las terapias genéticas. Además de la formación del TAG, un Grupo de Discusión Maorí brindará asesoramiento y orientación al MBIE para ayudar a proteger y promover los intereses de los maoríes.
Avance regulatorio positivo
La ministra de Ciencia, Innovación y Tecnología, Judith Collins, dijo en un comunicado que las regulaciones y los procesos que requieren mucho tiempo han hecho que la investigación fuera del laboratorio sea casi imposible.
«Estos cambios pondrán a Nueva Zelanda a la altura de las mejores prácticas mundiales y garantizarán que podamos aprovechar los beneficios», dijo.
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Las regulaciones actuales implican que los organismos genéticamente modificados (OGM o transgénicps) no pueden liberarse de su confinamiento sin pasar por un proceso complejo y riguroso y es difícil cumplir con el estándar establecido. Además, el sistema actual considera la edición genética como lo mismo que la transgenia incluso cuando no implica la introducción de ADN extraño.
Según la nueva ley, las técnicas de edición genética de bajo riesgo que producen cambios indistinguibles del mejoramiento convencional estarán exentas de la regulación, las autoridades locales ya no podrán impedir el uso de OGMs en sus regiones y habrá un nuevo regulador de la industria.
«Este es un hito importante en la modernización de las leyes de tecnología genética que nos permitirán mejorar los resultados de salud, adaptarnos al cambio climático, generar ganancias económicas masivas y mejorar las vidas de los neozelandeses», dijo Collins.
El gobierno espera tener la legislación aprobada y el regulador en funcionamiento a finales de 2025.
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