De acuerdo con un nuevo estudio, las plantas de trigo modificadas genéticamente para tener menos poros microscópicos en sus hojas (conocidos como estomas), pueden sobrevivir mejor bajo las condiciones de sequía asociadas con el cambio del clima.
Universidad de Sheffield / 26 de junio de 2019.- Los científicos del Instituto de Alimentos Sostenibles de la Universidad de Sheffield descubrieron que la modificación genética trigo harinero para tener menos estomas ayuda al cultivo a usar el agua de manera más eficiente, mientras que mantiene los rendimientos agrícolas.
La agricultura representa el 80-90% del uso de agua dulce en todo el mundo y, en promedio, se necesitan más de 1,800 litros de agua para producir un solo kilogramo de trigo. Sin embargo, a medida que los suministros de agua se vuelven más escasos y más variables frente a la degradación del clima, los agricultores necesitarán producir más alimentos que nunca para alimentar a una población en crecimiento.
Como la mayoría de las plantas, el trigo usa estomas para regular su consumo de dióxido de carbono para la fotosíntesis, así como la liberación de vapor de agua. Cuando el agua es abundante, la abertura estomática ayuda a las plantas a regular la temperatura mediante enfriamiento por evaporación, similar a la sudoración.
En condiciones de sequía, las plantas de trigo normalmente cierran sus estomas para reducir la pérdida de agua, pero se ha encontrado que el trigo con menos estomas conserva el agua aún mejor y puede usar esa agua para refrescarse.
Durante el estudio, publicado en el Journal of Experimental Botany, los científicos cultivaron trigo en condiciones similares a las que se esperan bajo la degradación del clima, con niveles más altos de dióxido de carbono y menos agua. En comparación con el trigo convencional, las plantas modificadas utilizan menos agua y al mismo tiempo mantienen la fotosíntesis y el rendimiento.
La investigación se basa en el trabajo del Instituto de Alimentos Sostenibles para desarrollar arroz «listo para el clima«, que encontró que el arroz con menos estomas usaba 40% menos agua que las variedades convencionales y era capaz de sobrevivir a la sequía y temperaturas de 40°C.
Julie Gray, profesora de Biología Molecular de Plantas en el Instituto de Alimentos Sostenibles, dijo: «El trigo es un alimento básico para millones de personas en todo el mundo, pero a medida que las sequías extremas se hacen más frecuentes, los agricultores se enfrentan a la perspectiva de una disminución de los rendimientos».
«El desarrollo de trigo que utiliza el agua de manera más eficiente nos ayudará a alimentar a nuestra creciente población al mismo tiempo que utilizamos menos recursos naturales, lo que hace que nuestros sistemas alimentarios sean más resistentes frente a la degradación del clima».
En otro estudio publicado en Plant, Cell and Environment, los científicos del Instituto también encontraron que las plantas diseñadas para tener menos estomas son menos susceptibles a las enfermedades. Esperan poder replicar estos hallazgos en cultivos como el trigo y el arroz.