La superficie con este tipo de cultivos llegó a récord de 185,1 millones de hectáreas el año pasado, superando lo presentado en 2015 y 2014, de acuerdo a informe anual de ISAAA.
El Servicio Internacional de Adquisición de Aplicaciones de Agrobiotecnología (International Service for the Acquisition of Agri-biotech Applications o ISAAA) dio a conocer su informe anual, que muestra un aumentó a 185,1 millones de hectáreas de cultivos biotecnológicos en 2016, después de haber sido de 179,7 millones de hectáreas en 2015 y 181,5 millones de hectáreas en 2014. Se trata de un incremento mundial de 110 veces en el porcentaje de adopción de cultivos transgénicos en tan solo 21 años de comercialización, ya que se registró un aumento desde sólo 1,7 millones de hectáreas en 1996 a las 185,1 millones de hectáreas en 2016. El informe del ISAAA, “Estado mundial de los cultivos biotecnológicos/modificados genéticamente que se comercializaron en 2016”, demuestra además los beneficios de los cultivos transgénicos para los agricultores, así como también para los consumidores de las variedades recientemente aprobadas y comercializadas.
“Los cultivos transgénicos se han convertido en un recurso agrícola indispensable para los agricultores de todo el mundo debido a la gran cantidad de beneficios que ofrecen por su mejor productividad y rentabilidad así como también, por el menor esfuerzo que requieren”, afirmó el presidente de la junta directiva del ISAAA, Paul S. Teng. “Gracias a la autorizaciones comerciales y a la plantación de nuevas variedades de papas y manzanas transgénicas, los consumidores comenzarán a disfrutar los beneficios directos de la biotecnología en frutas y verduras que tienen menos tendencia a echarse a perder o dañarse, lo cual permite, a su vez, reducir sustancialmente el desecho de alimentos y los costos que tienen los productos comestibles para el consumidor”.
BENEFICIOS AMBIENTALES
El infome de ISAAA muestra, a su vez, que la adopción de los cultivos transgénicos redujo las emisiones de CO2 y, en años recientes, fue equivalente a eliminar aproximadamente 12 millones de automóviles por año de las carreteras; permitió conservar la biodiversidad ya que hubo 19,4 millones de hectáreas de tierra menos dedicadas a la agricultura en 2015 y disminuyó el impacto ambiental mediante reducciones del 19 % en el uso de insecticidas y herbicidas. Asimismo, en los países en desarrollo, la plantación de cultivos transgénicos permitió aumentar los ingresos de 18 millones de pequeños agricultores y de sus familias, logrando que disfrutaran de estabilidad financiera más de 65 millones de personas.
“La biotecnología es una de las herramientas necesarias para ayudar a los agricultores a cultivar más alimentos en menos tierra”, explicó el coordinador global de ISAAA, Randy Hautea. “Sin embargo, las promesas de los cultivos transgénicos solo pueden convertirse en realidad si los agricultores pueden comprar y plantar estos cultivos una vez que se hayan hecho las pruebas científicas necesarias para otorgar las autorizaciones y revisiones regulatorias”, agregó.
PAÍSES EN DESARROLLO
A medida que se aprueben y se comercialicen para el uso por parte de los agricultores más variedades de cultivos biotecnológicos, ISAAA cree que el porcentaje de adopción irá en aumento y beneficiará a los agricultores de los países en desarrollo. Por ejemplo, se están comenzando a ver avances en los países africanos en donde los procesos regulatorios habían impedido generalmente el aumento del porcentaje de adopción de los cultivos biotecnológicos. Sudáfrica y Sudán aumentaron la plantación de maíz, soya y algodón biotecnológicos de 2,29 millones de hectáreas en 2015 a 2,66 millones de hectáreas en 2016. En el resto del continente, está surgiendo una nueva ola de aceptación impulsada por los avances en la revisión regulatoria y las autorizaciones comerciales para una amplia variedad de cultivos biotecnológicos que se están realizando Kenia, Malawi, Nigeria, Etiopia, Ghana, Nigeria, Suazilandia y Uganda.
“A pesar de tener un largo historial de barreras regulatorias, los agricultores africanos continúan adoptando los cultivos biotecnológicos por las ventajas que obtienen con respecto a la estabilidad y por la productividad de las variedades biotecnológicas”, afirmó Hautea. “A medida que más países avancen en las revisiones regulatorias para cultivos como por ejemplo, bananas, guisantes pintos y sorgo, las plantaciones de cultivos biotecnológicos continuarán creciendo en África y en el resto el mundo”.
Además, en 2016, Brasil aumentó notablemente la superficie de cultivos biotecnológicos del maíz, la soya, el algodón y la canola en 11 % y mantuvo de esta forma el segundo puesto como productor más grande de cultivos biotecnológicos, después de los Estados Unidos. En Brasil se cultivan 32,7 de las 91,4 millones de hectáreas de soya biotecnológica que se cultivan en el resto el mundo.
Se espera un impacto positivo para la economía brasileña con nuevos productos autorizados a nivel comercial, que son un eucalipto transgénico de mayor rendimiento y un poroto tránsgenico resistente a virus. En Argentina, el desarrollo de una soja tolerante a la sequía, permitirá la utilización de las áreas marginales afectadas por la sequía. Además, la adopción de una papa resistente a virus será beneficiosa para los agricultores argentinos en el aumento del rendimiento y la reducción del costo de producción.
SITUACIÓN CHILENA
Al respecto, resalta la situación de Chile, donde solamente se puede muntiplicar semillas transgénicas con fines de exportación, no así cultivarlas por parte de los agricultores para el mercado interno. A juicio del Director Ejecutivo de ChileBio, el doctor en Ciencias Biológicas Miguel Ángel Sánchez, lo anterior “pone a los agricultores chilenos en una posición de desventaja frente a los productores de países cercanos; como Argentina, Brasil y Uruguay”.
“Llama la atención que en Chile existan dificultades y oposición a estas herramientas biotecnológicas por razones ideológicas, cuando en el mundo, países tan diversos desde ese punto de vista, como Estados Unidos o Cuba, las han adoptado sin ningún prejuicio”, afirmó Sánchez.
VENTAJAS PARA EL CONSUMIDOR
ISAAA informó también que en 2016 hubo mejoras en la comercialización y en la plantación de frutas y verduras biotecnológicas con beneficios directos para los consumidores. Esto incluye las autorizaciones comerciales de las papas Innate™ Russet Burbank Gen 2 que fueron aprobadas por Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos para la venta en los Estados Unidos y la marca de papas Simplot Gen 1 White Russet™ que fueron aprobadas por Health Canada para la venta en el mercado de productos frescos en Canadá. Estas variedades de papas biotecnológicas tienen niveles más bajos de asparagina, lo cual disminuye la producción de acrilamida durante la cocción a altas temperaturas. Además, en 2016 se cosecharon y almacenaron durante el invierno las primeras manzanas Arctic® que podrán venderse comercialmente en los establecimientos de venta de productos comestibles en los Estados Unidos en 2017.
TRANSGÉNICOS AL 2016 EN CIFRAS (EN BASE A INFORME ISAAA):
- La superficie mundial cultivada se recuperó y aumentó a 185,1 millones de hectáreas de cultivos biotecnológicos en 2016, después de haber sido de 179,7 millones de hectáreas en 2015 y 181,5 millones de hectáreas en 2014.
- En 2016, un total de 26 países, entre los cuales se encontraban 19 países en desarrollo y 7 países industrializados, plantaron cultivos transgénicos. Los países en desarrollo fueron responsables del 54 % de los cultivos biotecnológicos, mientras que los países industrializados representaron el 46 %.
- Ocho países en Asia y el Pacífico, que incluían a China e India, plantaron 18,6 millones de hectáreas de cultivos transgénicos en 2016.
- Diez países en América Latina, entre los que se encontraron Bolivia, Paraguay y Uruguay, plantaron un total combinado de 80 millones de hectáreas de cultivos transgénicos en 2016.
- En 2016, los principales países con cultivos transgénicos continuaron siendo Estados Unidos, Brasil, Argentina, Canadá e India. Estos países combinados representaron el 91% de la superficie mundial con cultivos transgénicos.
- Cuatro países en Europa (España, Portugal, República Checa y Eslovaquia) sumaron más de 136.000 hectáreas de maíz transgénico en 2016, lo cual representó un aumento del 17 % con respecto a 2015 y mostró la necesidad que tiene la Comunidad Europea de contar con maíz resistente a insectos plaga.
- Las variedades de soya transgénica representan el 50 % de la superficie mundial con cultivos biotecnológicos. Si se tiene en cuenta la superficie mundial con respecto a los cultivos individuales, el 78 % de la soya, el 64 % del algodón, el 26 % del maíz y el 24 % de la canola plantados en todo el mundo fueron variedades transgénicas.
- Los países con porcentajes de adopción de más del 90 % de soya transgénica son Estados Unidos, Brasil, Argentina, Canadá, Sudáfrica y Uruguay; los países con porcentajes de adopción cercanos al 90 % o más de maíz transgénico son Estados Unidos, Brasil, Argentina, Canadá, Sudáfrica y Uruguay; los países con porcentajes de adopción de más del 90 % de algodón transgénico son Estados Unidos, Argentina, India, China, Pakistán, Sudáfrica, México, Australia y Myanmar; y los países con porcentajes de adopción del 90 % o más de canola transgénica son Estados Unidos y Canadá.
- Fuente: ISAAA. 2016. Global Status of Commercialized Biotech/GM Crops: 2016. ISAAA Brief No. 52. ISAAA: Ithaca, NY.
- Contacto de Prensa: Francisco Contardo, Agencia ComunicAgro, 92404575, fcontardo@comunicagro.cl