El cáncer es un nombre aplicado a un espectro de enfermedades en las que las células proliferan de manera anormal debido a factores genéticos y/o ambientales [1]. Dentro de la preocupación que hay por la prevención este grupo de patologías, muchas veces la opinión pública y activistas relacionan el consumo de cultivos o alimentos genéticamente modificados (GM) con un aumento del riesgo de esta temida enfermedad. ¿Hay algo de real? ¿Hay evidencia que apoye tal miedo?
Para profundizar en estas interrogantes, primero se debe considerar el historial de seguridad de las dos principales características encontradas en los cultivos GM a nivel comercial, que son la resistencia a insectos y la tolerancia a herbicidas. La primera, se logra mayormente por la acción de ciertas proteína de origen bacteriano [2], las cuales se ha utilizado sin problemas en agricultura orgánica y convencional desde la década de 1930 [3]. En el segundo caso, se inserta un gen de origen bacteriano (REF) que permite la producción de una proteína que otorga tolerancia al herbicida glifosato. En este caso el herbicida también cuenta con un historial de uso seguro desde 1974 en agricultura convencional, y desde 1996 en cultivos GM. Además, amplias revisiones de estudios epidemiológicos [4] [5] [6], así como revisiones del Instituto Federal Alemán de Evaluación de Riesgos (BfR) y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) no han encontrado evidencia de que el glifosato sea un factor de riesgo para el cáncer [7] [8].
A diferencia de los cultivos convencionales, los cultivos GM deben pasar por un proceso de evaluación de riesgos bajo directrices internacionales, con el objetivo de identificar similitudes y diferencias entre el cultivo biotecnológico y su homólogo convencional. Cada producto pasa a través de esta evaluación para descartar toxicidad, alergenicidad, y otros posibles efectos dañinos en la salud (como riesgo de cáncer), además de demostrar que la nueva proteína expresada sea digerible. Puedes leer más sobre este análisis de bioseguridad en nuestra web.
En este sentido, existe una amplia evidencia científica de largo plazo de que los cultivos GM no presentan mayor riesgo para la salud humana (y animal) que los cultivos convencionales. Aquí se incluyen investigaciones de más de 25 años llevadas a cabo por instituciones como la Comisión Europea [9] y el Ministerio Federal Alemán de Educación e Investigación (BMBF) [10]; amplias revisiones de largo plazo del “Ministerio de Agricultura, Alimentación y Políticas Forestales de Italia” y la Universidad de Perugia [11], así como de la Universidad de California en Davis [12]; o grandes bases de datos como GENERA con más de 1200 estudios [13], e IPAFEED con más de 3000 trabajos de investigación [14]. Puedes revisar mayor información sobre los estudios de seguridad a largo plazo de cultivos transgénicos en nuestra web.
Llevamos milenios ingiriendo el ADN de los alimentos que consumimos (carnes, frutas, verduras, etc), y este es metabolizado en nuestra digestión sin problemas – él o los pocos nuevos genes incorporados en un cultivo GM son metabolizados como cualquier otro gen perteneciente al cultivo no modificado. Y a pesar de lo que afirman algunos activistas, hasta el momento no hay manera conocida ni pruebas o estudios creíbles de que pequeñas y bien estudiadas modificaciones en los genes de una planta pueden causar cáncer en seres humanos o animales.
De hecho, instituciones de prestigio como la Sociedad Americana del Cáncer y la Sociedad del Cáncer de Canadá reconocen que no hay evidencia de que los alimentos GM actualmente en el mercado sean perjudiciales para la salud humana o que aumenten el riesgo de cáncer [15][16]. Los pocos estudios que han hecho tales afirmaciones han sido desacreditados por la comunidad científica internacional debido a problemas metodológicos – pueden revisar nuestro análisis crítico de los estudios anti-transgénicos para mayor información.
El estudio más reciente sobre un supuesto riesgo de cáncer por consumo de alimentos transgénicos (y que tuvo amplia difusión por la prensa global) fue publicado por el científico Séralini y sus colaboradores en Francia el año 2012. Esto generó una polémica mundial debido a las fotos de ratas con tumores (del tamaño de una pelota de ping-pong) en las ratas alimentadas con una variedad de maíz GM y glifosato. Esta publicación fue desacreditada por diversas academias de ciencias, instituciones científicas y académicos de diversos países – donde se incluye la EFSA, el BfR y 6 Academias de Ciencias de Francia [17] [18] [19][20].
El grupo de Séralini utilizó durante 2 años la cepa de ratas conocida como Sprague-Dawley, usada solo en estudios de 3 meses, ya que es sabido desde hace décadas que por causas genéticas presenta un alto riesgo de formar tumores espontáneos – 76,7% en hembras y 95,8% en machos independiente del tipo de alimento ingerido [21]. Debido a esto, las ratas del grupo control (que no consumió alimento GM ni glifosato) tuvieron el mismo nivel de formación de tumores. Además se constataron otros errores metodológicos como la no evaluación de rutina de posibles micotoxinas en el maíz GM utilizado, tampoco había relación dosis-respuesta entre las variables experimentales y los supuestos efectos observados, entre otros. Para más información pueden revisar este enlace de nuestra web. En el año 2013 la revista Food and Chemical Toxicology retiró el estudio [22], sin embargo, aún muchos siguen difundiendo el estudio y las fotos de las ratas.
Por otro lado, si se revisan datos epidemiológicos, se puede notar que en Estados Unidos, el primer productor y consumidor mundial de cultivos GM, la incidencia de cáncer no ha aumentado desde 1996, año en que se inició la comercialización de estos cultivos. De hecho, la tendencia ha disminuido levemente desde entonces, especialmente en hombres [23].
A muchos les podrá sorprender, pero la ingeniería genética en realidad puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer a través de la modificación genética de plantas, y ya se está trabajando en ello. Por ejemplo, el Centro John Innes del Reino Unido, desarrolló un “tomate púrpura” con genes proveniente de la planta “boca de dragón”. Esto permitió aumentar los niveles de antocianinas (que le dan su color característico) y en las pruebas de laboratorio demostraron que su inclusión en la dieta de ratones propensos al cáncer pueden extender su esperanza de vida en un 30% [24]. También la compañía “Del Monte” desarrolló en Costa Rica la Piña “Rosé”, una variedad GM producto de la inserción de un gen de la mandarina (Citrus reticulata) y la sobre-expresión de un gen de la propia piña [25][26]. Esto le otorgó al fruto un característico color rosado y una alta cantidad de licopeno, un potencial protector anti-cancerígeno [27].
Mientras ambos cultivos GM están en etapa experimental avanzada, Estados Unidos y Canadá ya aprobaron comercialmente en 2014 y 2016 respectivamente, una variedad de papa GM que aparte de ser resistente a los machucones y el pardeamiento, produce un 70% menos de acrilamida, un potencial producto cancerígeno que se forma inevitablemente cuando las papas son cocinadas o fritas [28]. Y la empresa que desarrolló esta papa, Simplot, ya desarrolló una segunda generación de la papa GM que produce 90% menos de acrilamida – variedad que ya fue aprobada por el USDA y la FDA en Estados Unidos (solo falta la aprobación de la EPA) mientras que la empresa comenzará pronto los trámites regulatorios en Canadá.
Para finalizar, recomendamos revisar nuestro video interactivo sobre transgénicos y cáncer: https://www.youtube.com/watch?v=LWBJ5-tbEx8
Referencias
1.- American Cancer Society. “What Causes Cancer?“. Consultado el 26 de marzo de 2016. Disponible en: http://www.cancer.org/cancer/cancercauses/
2.- ISAAA, 2014. Pocket K No. 6: Bt Insect Resistant Technology. Disponible en: http://www.isaaa.org/resources/publications/pocketk/6/default.asp
3.- Wei, Jun-Zhi; Hale, Kristina; Carta, Lynn; Platzer, Edward; Wong, Cynthie; Fang, Su-Chiung; Aroian, Raffi V. (2003). “Bacillus thuringiensis crystal proteins that target nematodes”. Proceedings of the National Academy of Sciences, 100 (5): 2760–5. doi:10.1073/pnas.0538072100.
4.- Mink P.J., Mandel J.S., Lundin J.I. & Sceurman B.K. (2011). Epidemiologic studies of glyphosate and non-cancer health outcomes: a review., Regulatory Toxicology and Pharmacology, 61 (2): 172-184
5.- Mink P.J., Mandel J.S., Sceurman B.K. & Lundin J.I. (2012). Epidemiologic studies of glyphosate and cancer: a review., Regulatory Toxicology and Pharmacology, 63 (3): 440-452
6.- Williams A.L., Watson R.E. & DeSesso J.M. Developmental and reproductive outcomes in humans and animals after glyphosate exposure: a critical analysis., Journal of Toxicology and Environmental Health. Part B, Critical Reviews, 15 (19: 39-96
7.- BfR, 2015. The BfR has finalised its draft report for the re-evaluation of glyphosate. Disponible en: http://www.bfr.bund.de/en/the_bfr_has_finalised_its_draft_report_for_the_re_evaluation_of_glyphosate-188632.html
8.- EFSA (European Food Safety Authority), 2015. Conclusion on the peer review of the pesticide risk assessment of the active substance glyphosate. EFSA Journal 2015; 13(11):4302, 107 pp. doi:10.2903/j.efsa.2015.4302
9.- European Commission, 2010. A decade of EU-funded GMO research (2001 – 2010). Disponible en: http://ec.europa.eu/research/biosociety/pdf/a_decade_of_eu-funded_gmo_research.pdf
10.- Ministerio Federal de Educación e Investigación (BMBF), 2014. “25 Jahre BMBF-Forschungsprogramme zur biologischen Sicherheitsforschung”. Disponible en: http://www.bmbf.de/pub/Biologische_Sicherheitsforschung.pdf
11.- Nicolia et al. (2013). An overview of the last 10 years of genetically engineered crop safety research. Critical Reviews in Biotechnology, 34 (1): 77-88
12.- Van Eenennaam et al. (2014). Prevalence and impacts of genetically engineered feedstuffs on livestock populations. Journal of Animal Science, 92 (10): 4255-4278
13.- Biology Fortified, 2014. “New resource shows half of GMO research is independent” (2014). GENetic Engineering Risk Atlas (GENERA). Disponible en: http://www.biofortified.org/2014/08/announcing-the-launch-of-the-genera-beta-test/
14.- Information Platform for Animal Health and GM Feed (IPAFEED), 2015. Disponible en: http://www.ipafeed.eu/
15.- American Cancer Society, 2016. Common questions about diet and cancer. Disponible en: http://www.cancer.org/healthy/eathealthygetactive/acsguidelinesonnutritionphysicalactivityforcancerprevention/acs-guidelines-on-nutrition-and-physical-activity-for-cancer-prevention-common-questions
16.- Canadian Cancer Society, 2016. Genetically Modified Foods. Consultado el 26 de marzo de 2016. Disponible en: http://www.cancer.ca/en/prevention-and-screening/live-well/nutrition-and-fitness/eating-well/food-issues/?region=on
17.- EFSA, 2012. Séralini et al. study conclusions not supported by data, says EU risk assessment community. Disponible en: http://www.efsa.europa.eu/en/press/news/121128
18.- EFSA. 2012. Final review of the Séralini et al. (2012a) publication on a 2-year rodent feeding study with glyphosate formulations and GM maize NK603 as published online on 19 September 2012 in Food and Chemical Toxicology. EFSA Journal, 10(11):2986
19.- BfR, 2012. A study of the University of Caen neither constitutes a reason for a re-evaluation of genetically modified NK603 maize nor does it affect the renewal of the glyphosate approval. Disponible en: http://www.bfr.bund.de/en/press_information/2012/29/a_study_of_the_university_of_caen_neither_constitutes_a_reason_for_a_re_evaluation_of_genetically_modified_nk603_maize_nor_does_it_affect_the_renewal_of_the_glyphosate_approval-131739.html
20.- Avis des Académies nationales d’Agriculture, de Médecine, de Pharmacie, des Sciences, des Technologies, et Vétérinaire sur la publication récente de G.E. Séralini et al. sur la toxicité d’un OGM – 2012. Disponible en: http://fundacion-antama.org/wp-content/uploads/2012/10/Academias-cientificas-rechazan-estudio-seralini.pdf
21.- Nakazawa et al. (2001). Spontaneous neoplastic lesions in aged Sprague-Dawley rats. Experimental Animals, 50 (2): 99-103
22.- Séralini, Gilles-Eric; Clair, Emilie; Mesnage, Robin; Gress, Steeve; Defarge, Nicolas; Malatesta, Manuela; Hennequin, Didier; De Vendômois, Joël Spiroux (2012). RETRACTED: Long term toxicity of a Roundup herbicide and a Roundup-tolerant genetically modified maize. Food and Chemical Toxicology 50 (11): 4221–31 | Disponible en: http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0278691512005637
23.- Center for Disease Control and Prevention, 2015. Cancer Rates by Race/Ethnicity and Sex. Disponible en: http://www.cdc.gov/cancer/dcpc/data/race.htm
24.- Butelli, E., Titta, L., Giorgio, M., Mock, H.P., Matros, A., Peterek, S., Schijlen, E.G., Hall, R.D., Bovy, A.G., Luo, J., Martin C. (2008). Enrichment of tomato fruit with health-promoting anthocyanins by expression of select transcription factors. Nature Biotechnology, 26: 1301–1308
25.- Solicitud de desregulación de “Del Monte Fresh Produce Company” al “Animal and Plant Health Inspection Service (APHIS)” del USDA. Julio, 2012. Disponible en: https://www.aphis.usda.gov/biotechnology/downloads/reg_loi/del_monte_inquiry_letter.pdf
26.- Del Monte Fresh Produce Company, (2013). Pineapple plant named Rosé (EF2-114). US20130326768. Disponible en: http://www.google.com/patents/US20130326768
27.- National Cancer Institute, 2015. Questions and Answers About Lycopene – Prostate Cancer, Nutrition, and Dietary Supplements (PDQ®). Disponible en: http://www.cancer.gov/about-cancer/treatment/cam/patient/prostate-supplements-pdq/#section/_3
28.- Instituto Nacional del Cáncer (E.E.U.U). 2008. “Acrilamida en los alimentos y el riesgo de cáncer”. Disponible en: http://www.cancer.gov/espanol/cancer/causas-prevencion/riesgo/dieta/hoja-informativa-acrilamida