Secuencian el genoma de la pera

Un consorcio internacional liderado por la Universidad de Nanjing y el Instituto de Genómica de Beijing (BGI) completó la secuencia del genoma de la pera. La información no sólo es importante para el mejoramiento del cultivo, sino también para estudiar la evolución de los genomas de esta y otras especies relacionadas.

Originada muy probablemente en el sudoeste de China, la pera se cultiva desde hace más de 3.000 años. El frutal es genéticamente diverso, con más de 5.000 cultivares en todo el mundo, los que pueden ubicarse en dos grandes grupos: el “occidental” (o europeo) y el “oriental” (o asiático).

A diferencia de otros cultivos, el peral es altamente heterocigota, lo que constituye un gran desafío a la hora de ensamblar las secuencias de ADN. En el estudio publicado recientemente en la revista Genome Research, los investigadores lograron secuenciar y ensamblar el genoma completo del cultivar Pyrus bretschneideri Rehd. cv. Dangshansuli usando tecnologías desarrolladas por el propio BGI, especialmente diseñadas para estudiar genomas con un alto nivel de heterocigosis y/o secuencias repetitivas. Luego de procesar los datos, concluyeron que el genoma del peral tiene alrededor de 512 Mb (megabases) y un total de 42.812 genes que codifican para proteínas.

En el estudio los investigadores también identificaron las regiones de secuencias repetitivas, que constituyen la mitad del genoma del peral. Comparándolo con el genoma del manzano, vieron que las diferencias entre ambos radica principalmente en el contenido de elementos transponibles (transposable elements o TEs), mientras que las regiones con genes son similares entre ambas especies.

También concluyeron, comparando los genomas, que la pera, la manzana y la frutilla comparten un evento de duplicación genómica que ocurrió hace unos 140 millones de años. En cambio, la pera y la manzana comparten un evento de duplicación más reciente (30-45 millones de años atrás), y luego divergieron hace 5,4-21,5 millones de años. Además, los investigadores infieren que los nueve cromosomas ancestrales, inicialmente descritos en la manzana, serían ancestrales también para toda la familia Rosaceae (que incluye a la mayor parte de las especies de frutas de consumo masivo y muchas especies ornamentales).

En el estudio, los científicos también identificaron genes posiblemente relacionados con la síntesis y acumulación de la lignina, el metabolismo del sorbitol y el aroma del fruto.

Fuente: ArgenBIO (http://argenbio.org/index.php?action=notas&note=6260)

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