En 2011, México cultivó 161.500 hectáreas de algodón transgénico (equivalentes a una tasa de adopción del 87%) y 14.000 hectáreas de soja transgénica tolerante a herbicidas, que en total suman 175.500 hectáreas “transgénicas” frente a las 71.000 de 2010: un incremento impresionante se mire como se mire. El objetivo es conseguir la autosuficiencia de la producción de algodón en los próximos años. Tras un productivo debate entre los sectores privado, social y público para poner en marcha un «sistema de regulación de buenas prácticas» que facilitase el acceso de los agricultores mexicanos al algodón transgénico, se ha autorizado la comercialización de determinado tipo de algodón (Bollgard II/Flex y RR Flex) cultivado en 340.000 hectáreas de ciertos Estados del norte de México.
El hecho más importante de los últimos años fue la siembra de los primeros campos de ensayo de maíz transgénico del país en 2009, que continuó en 2010 y 2011. México cultiva más de 7 millones de hectáreas de maíz, pero importa unos 10 millones de toneladas manuales que le suponen un costo en divisa de US$ 2.500 millones, que se podría compensar en parte si sus Estados del norte cultivasen un maíz transgénico híbrido de producción nacional que reportase mayor rendimiento.
Se estima que México ha sumado US$ 121 millones a su renta agraria gracias al algodón y la soja transgénicas entre 1996 y 2010, con unos beneficios de US$ 19 millones sólo en 2010; el potencial de cara al futuro es enorme.
Fuente: ISAAA (www.isaaa.org)