Estudio brasileño confirma los beneficios económicos y ambientales de los cultivos transgénicos

La consultora brasileña Celeres realizó un estudio sobre el impacto de las semillas transgénicas en campos brasileños. Según el estudio, en 2011, por cada dólar invertido en semillas transgénicas, los agricultores brasileños obtuvieron una devolución incremental de una media de US$ 2.61 para el maíz, US$ 1.59 para la soja y US$ 3.59 para el algodón.
De acuerdo con Anderson Galvao, consejero delegado de Celeres y coordinador del estudio económico, “por primera vez podemos calcular el incremento en el margen operativo en la producción agrícola. Como resultado, pudimos traducir las ventajas económicas a una realidad que está mucho más cerca del agricultor brasileño”.
Por su parte, el presidente de la Asociación Brasileña de Semillas (ABRASEM), Narciso Barison Neto, considera que tener este tipo de estudio como un apoyo para la toma de decisiones ofrece un elemento valioso de diferenciación para la competitividad de los agricultores brasileños.
“Dada la necesidad de alimentar a una población mundial que pronto pasará la marca de 10.000 millones, es esencial que Brasil consolide su posición como silo mundial. Para aumentar la producción sin abrir un nuevo terreno de cultivo, la ruta más lógica es invertir en la biotecnología agrícola”, aseveró.
El estudio, también evaluó los beneficios de la biotecnología para el medio ambiente y la sostenibilidad de la agricultura brasileña. Según el estudio, la reducción en la cantidad de agua utilizada (ya que se requieren menos aplicaciones de insumos agrícolas), podrían evitar el uso de 149.000 millones de litros de agua en los próximos 10 años. Esto es suficiente para el suministro del líquido a 3,4 millones de personas.
Un uso más sostenible de las aplicaciones de insumos agrícolas en este mismo período supone 3,8 millones de toneladas de CO2 que no se emitirían a la atmósfera. El ahorro de combustible es también significativo, equivalente al combustible requerido para llenar 516.000 furgonetas (el tipo de vehículo agrícola más común).
Paula Carneiro, directora de Celeres Ambiental y coordinadora del estudio socio-medioambiental, considera que “la agricultura tiene un impacto en el medio ambiente, y es importante medir cómo la biotecnología puede ayudar a reducir este impacto a medio y largo plazo, y cómo hacer que el agronegocio sea cada vez más sostenible”.
Beneficios económicos de los cultivos GM
El análisis de Celeres mostró que, en 10 años, la biotecnología producirá una cantidad agregada de US$ 124 millones para la agricultura brasileña. «Pero más importante que eso es mostrar que el 84% de esto permanecerá en los bolsillos de los agricultores de Brasil», dijo el presidente de ABRASEM. «Podemos ser más competitivos, producir más, reducir el impacto medioambiental y ganar más dinero».
Galvao explicó que, de los US$ 124.000 millones, el 58% procederá del maíz, el 34% de la soja y el 85% del algodón. «De hecho, el maíz GM en Brasil es quizás el ejemplo más exitoso del uso de la biotecnología en el mundo. Sólo se necesitaron cuatro cultivos para que el maíz GM llegase al mismo nivel de penetración (tres cuartos del área plantada), mientras la soja GM lo alcanzó en 10 años».
Según Galvao, el área agrícola plantada con biotecnología aumentó un 10% mundialmente en 2010, pero el uso de la biotecnología crece a un ritmo más rápido en Brasil.
Si desea conocer el estudio completo (en inglés) accede al siguiente enlace (http://www.agrobio.org/bfiles/fckimg/Celeres_beneficios_cultivos_GM_Brasil.pdf)

Fuente: AgroBIO (www.agrobio.org)

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