La startup Singrow acaba de lanzar la primera frutilla del mundo adaptada para crecer en climas tropicales, utilizando herramientas genéticas modernas (que incluye edición genética con CRISPR). Su propósito es hacer que las frutillas sean más asequibles para los consumidores, reduciendo al mismo tiempo el impacto ambiental de su producción y/o importación desde regiones lejanas.