El futuro de la filtración de aire se está volviendo ecológico, literalmente. Una startup francesa, Neoplants, acaba de sacar al mercado su primera planta de interior (un tipo de enredadera) que ha sido modificada genéticamente para maximizar enormemente su capacidad de purificación del aire, incluyendo la absorción y metabolización de compuestos volátiles peligrosos como el formaldehído, el tolueno o bencenos cancerígenos.