Científicos estadounidenses del laboratorio Cold Spring Harbor (CSHL, por sus siglas en inglés) han identificado una relación entre el rendimiento de los cultivos en la planta de maíz y la actividad genética específica asociada con una de las vías metabólicas de la planta. El descubrimiento tiene implicaciones para el fitomejoramiento, lo que potencialmente abre la puerta a plantas de maíz cada vez más resistentes y de mayor rendimiento.