Las autoridades regulatorias de EE.UU. confirman al menos 63 exenciones para plantas de cultivo que fueron editadas con CRISPR durante el período de tres años comprendido entre 2021 y noviembre de 2023. En total, estas exenciones cubren 17 especies de plantas cultivadas, incluyendo cereales, frutales y pastos, con un fuerte foco en mejoras de calidad.
Revolucionando la producción de frutillas: la edición con CRISPR mejora la firmeza de la fruta y prolonga su vida útil
Investigadores españoles de la Universidad de Málaga aplicaron edición con CRISPR/Cas9 sobre el genoma de la frutilla, logrando mejorar su firmeza, reducir su ablandamiento poscosecha y mejorar la resistencia a pudrición por hongos y Botrytis cinerea. Este estudio reporta otro caso más del potencial de la edición genética para mejorar las cualidades poscosecha de frutas y hortalizas, evitando la pérdida de alimentos y su impacto socioambiental.
La edición genética podría revolucionar la industria del tomate desarrollando un producto más duradero y sabroso
En UC Davis se utilizó CRISPR para inactivar 2 proteínas relacionadas al ablandamiento del tomate y la degradación de pectinas, obteniéndose frutos que a los 36 días mantenían su textura. Se observaron mejoras en otros aspectos clave como en la calidad de la fruta, en la proporción de azúcar a ácido, los compuestos aromáticos y el color de la piel, sin ningún efecto negativo en el producto final.
Desarrollan melón larga vida a través de edición genética, reduciendo el desperdicio alimentario
Investigadores de la Universidad de Tsukuba (Japón) utilizaron la tecnología de edición de genes con CRISPR/Cas9 para desarrollar melones con una vida útil que aumentó en 14 días o incluso más. Dicha tecnología podría reducir la pérdida y el desperd ...
Descubren que una mutación del tomate puede ayudar a evitar la pudrición y reducir el desperdicio de alimentos
Investigadores del Boyce Thompson Institute (BTI) han reportado interesantes hallazgos sobre una mutación del tomate conocida desde hace mucho tiempo (que hace crecer a la planta cerca del suelo y no hacia arriba). Esta mutación también generaría resistencia a una complicada enfermedad que pudre los frutos del tomate, desbloqueando el potencial para mejorar la calidad de la fruta y evitar el desperdicio alimentario.
Investigadores japoneses extienden la vida útil del melón en más de 14 días usando edición genética
Investigadores de la Universidad de Tsukuba (Japón) utilizaron la tecnología de edición de genes con CRISP/Cas9 para desarrollar melones con una vida útil que aumentó en 14 días o incluso más. Dicha tecnología podría reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos y contribuir a la seguridad alimentaria mundial.
El futuro del nuevo tomate transgénico morado más saludable depende de los consumidores
Los consumidores de Estados Unidos podrán comprar el único tomate transgénico disponible en el mercado a partir de 2023. Una pequeña empresa del Reino Unido desarrolló este fruto GM agregando tres genes provenientes de otras dos plantas, con el objetivo de elevar sus niveles de antioxidantes (incluso más alto que en berries), los cuales mostraron prevención del cáncer en estudios con animales. También la modificación mejoró la vida postcosecha del tomate.
A los consumidores les importa más el sabor que la edición genética en uvas de mesa, afirma nuevo estudio
A pesar de algunas dudas sobre la nueva gama de alimentos editados genéticamente, el sabor lo supera todo, según una nueva encuesta dirigida por la Universidad Estatal de Washington hecha a consumidores estadounidenses.
Secuencian el genoma de la manzana Honeycrisp: ayudará a desarrollar mejores variedades
Un equipo de investigadores de la Universidad de Cornell ha dirigido la secuenciación del genoma de la variedad de manzana Honeycrisp, cubriendo un 97% de las proteínas codificantes. Este avance se considera una bendición para los científicos y fitomejoradores que trabajan con este popular y económicamente importante cultivar.
Investigadores identifican los genes del brócoli que regulan su frescura
Un equipo de científicos de tres universidades de Estados Unidos ha identificado genes en el brócoli que regulan cómo se degrada el brócoli después de su recolección. Estos conocimientos son clave para ayudar a desarrollar una prueba de frescura rápida y fácil para los productos y ayudar a producir brócoli que se mantenga fresco por más tiempo, evitando un gran desperdicio alimentario.