Una capacidad poco conocida de algunas plantas es la de poder acumular grandes cantidades de metales del suelo. El níquel es el metal que más suelen acumular, y presenta un potencial no aprovechado (sin el impacto de la minería tradicional) para la producción de baterías de litio, acero inoxidable, entre otros. Además, estas plantas pueden limpiar antiguos sitios mineros, o acumular minerales como hierro, selenio o zinc para mejorar la nutrición en países en desarrollo.