Miles de plántulas de castaño americano transgénico crecen bajo estricta regulación en un campo al interior del estado de Nueva York, EE.UU., y podrían ser la solución definitiva en la restauración de lo que una vez fue el árbol nativo más dominante en los bosques del este norteamericano. Las plántulas contienen un gen extra proveniente del trigo, el cual les permite resistir los efectos del hongo del tizón, responsable de casi extinguir a este árbol nativo en el siglo pasado. Las tres agencias regulatorias del gobierno (USDA, FDA y la EPA) revisan los estudios de impacto ambinetal y definirán si este árbol modificado podrá liberarse hacia los bosques.