El efecto analgésico del ácido salicílico, actualmente vendido como aspirina, se conoce desde hace miles de años. Además de ser un medicamento útil con numerosas aplicaciones para la salud, es una hormona del estrés producida por las plantas que es esencial para que puedan combatir patógenos dañinos. Sin embargo, lo que no se sabía es cómo las plantas generan esta hormona.