Un trigo incapaz de generar las proteínas que causan la intolerancia al gluten fue desarrollado mediante transgenia y posteriormente edición genética por el investigador cordobés Francisco Barro. Lo paradójico es que la normativa europea, que no permite llevar estos productos a producción comercial, hará que este sea cultivado y procesado en Estados Unidos en algunos años, para finalmente ser importado en España y otros países de Europa.