Científicos chinos han sintetizado seda de araña a partir de gusanos de seda genéticamente modificados, produciendo fibras seis veces más resistentes que el Kevlar utilizado en los chalecos antibalas. El estudio es el primero en producir con éxito proteínas de seda de araña de longitud completa utilizando gusanos de seda. Los hallazgos demuestran una técnica que podría utilizarse para fabricar una alternativa ambientalmente amigable en comparación a las fibras comerciales sintéticas como el nailon.