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Amarga y blanca: Por qué comer sandías podía ser letal hace 6.000 años

Las semillas más antiguas conocidas de un pariente de la sandía, que datan de hace 6.000 años, del período Neolítico, se encontraron durante una excavación arqueológica en Libia. Una investigación de estas semillas dirigida por la bióloga Susanne S. Renner de la Universidad de Washington en St. Louis revela algunas sorpresas sobre cómo nuestros antepasados ​​utilizaron un antecesor de la sandía actual.

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Dulce éxito: primer mejoramiento genético de precisión en caña de azúcar mediante CRISPR/Cas9

Las primeras ediciones exitosas en caña de azúcar, realizadas en la Universidad de Florida, lograron cambios en el contenido de clorofila (lo cual tiene el potencial de aumentar la fotosíntesis a nivel del dosel o reducir el requerimiento de fertilizante nitrogenado) y tolerancia a herbicidas para control de malezas. Los siguientes objetivos genético apuntan a la producción de bioproductos y biocombustibles renovables con valor agregado.

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La edición genética está lista para asegurar el suministro global de alimentos: ¿Lo permitirán las regulaciones?

“La mayoría de las plantas editadas genéticamente que actualmente están en espera de aprobación en el proceso regulatorio, han sido presentadas por instituciones públicas de investigación y pequeñas o medianas empresas. Sin embargo, si se adopta un enfoque regulatorio restrictivo y se trata a las plantas editadas como transgénicos, se crearían enormes cargas financieras que solo las grandes empresas multinacionales podrían tolerar», informa el nuevo estudio en la revista Cell.

Washington State University pome fruit breeder Kate Evans works in a greenhouse at the university’s Tree Fruit Research and Extension Center in Wenatchee in April 2018. A group of pear industry growers and research officials have suggested starting a pear cultivar breeding program, likely helmed by Evans, who already leads apple cultivar breeding and pear rootstock breeding efforts at the facility. (TJ Mullinax/Good Fruit Grower)

La disminución de programas de mejoramiento genético podría afectar la seguridad alimentaria

Un equipo de científicos dirigido por Kate Evans, profesora de horticultura de la Universidad Estatal de Washington (WSU) que dirige el programa de mejoramiento genético de frutas pomáceas (manzanas y peras) de WSU, descubrió que los programas públicos de mejoramiento de plantas están experimentando una disminución en el financiamiento y el personal. El estudio fue publicado en la revista Crop Science.