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Reporte: Se espera una alta adopción de semillas editadas genéticamente en los próximos 5 a 10 años

Se espera una alta adopción de semillas de cultivos editados genéticamente en los próximos cinco a diez años, sugiere un nuevo informe de la consultora Rabobank. Los analistas agrícolas esperan que las tasas de adopción de esta tecnología superen el 50% en el periodo mencionado, y afirman que tiene el potencial de beneficiar a toda la cadena de suministro de alimentos, desde los productores hasta los consumidores, incluyendo al medio ambiente.

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Tu próxima combinación de ensalada o postre de frutas podría estar editado con CRISPR, y eso es algo bueno

Por qué la edición de genes en los cultivos agroalimentarios es un avance positivo tanto para los agricultores, consumidores y el medio ambiente. Tecnologías disruptivas como CRISPR están permitiendo mejorar los cultivos de manera rápida para resistir enfermedades y los efectos del cambio climático, poseer mejor sabor y cantidad de nutrientes, o capturar más carbono atmosférico.

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Plantas modificadas que producen feromonas como pesticida natural contra plagas

La investigación realizada por investigadores británicos en colaboración con científicos españoles, utiliza ingeniería genética de precisión sobre un pariente del tabaco para fabricar un perfume seductor de feromonas sexuales, el cual confundir a las posibles plagas que buscan aparearse y reducir así la necesidad de pesticidas dañinos. También facilita el uso de plantas como bio-fábricas de medicamentos y productos.

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Mientras el cambio climático amenaza la agricultura europea, se reaviva el debate sobre los cultivos transgénicos y editados genéticamente

A pesar de que el cambio climático amenaza su agricultura, Europa siguen sin aceptar los cultivos transgénicos o incluso los editados genéticamente. A pesar de la fuerte influencia de grupos de lobby ecologista y anti-biotecnología en las decisiones tomadas por los reguladores europeos, las crecientes sequías y olas de calor, sumado al auge de estas tecnologías en los demás continentes -incluyendo al reciente «descolgado» Reino Unido-, reavivan el debate para aprobar estas tecnologías en la Unión Europea.