El trigo transgénico HB4 (resistente a sequía) fue avalado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos. El desarrollo proviene de la investigadora Raquel Chan (Conicet-Universidad del Litoral), y fue llevado a mercado por la empresa Bioceres. Sin embargo, aún se necesita la aprobación del USDA para su liberación a campo.
Trigo transgénico tolerante a sequía busca aprobación comercial en EE.UU. y Australia
En momentos en los que los precios de alimentos baten récords debido a la guerra en Ucrania y al cambio climático, la firma de biotecnología agropecuaria argentina, Bioceres, apuesta a que el mundo consuma, sin reparos, trigo que ha sido modificado genéticamente.
Plantas y suelos que capturan más carbono de la atmósfera (potenciados con edición genética)
Una nueva investigación en el instituto de Jennifer Doudna, co-inventora y Premio Nobel por la técnica CRISPR, tiene como objetivo crear «plantas hambrientas» de carbono con un crecimiento más rápido utilizando la herramienta de edición de genes. Esto generaría una mayor productividad y alimentos, mientras que al mismo tiempo mejora la calidad de los suelos y ayuda a combatir el cambio climático.
De la farmacia al campo: ¿Puede la edición genética con CRISPR alimentar al mundo?
Ahora, en su segunda década, la tecnología de edición del genoma CRISPR se está utilizando para revolucionar la agricultura, justo a tiempo para ayudarnos a adaptarnos al cambio climático. Cereales más productivos, árboles más sostenibles, ensaladas y berries más saludables y cómodos para el consumidor son algunos de los avances en curso.
Genética y nuevas técnicas biotecnológicas, la clave para una mayor seguridad productiva
Reportaje recomendado de la Revista del Campo (lunes 13 de junio de 2022): La adopción de técnicas biotecnológicas, como la edición de genes, permite acelerar resultados en el mejoramiento vegetal y desarrollar variedades de cultivos y frutales que respondan a las nuevas condiciones impuestas por la crisis climática. En Chile hay avances, pero falta impulso con mirada a largo plazo.
Publican base de datos interactiva con más de 500 cultivos editados genéticamente a nivel global
La Red Europea de Agricultura Sostenible Mediante la Edición del Genoma (EU-SAGE) ha publicado una gran base de datos interactiva sobre cultivos editados. La base de datos muestra que la edición del genoma se utiliza en una gran variedad de cultivos para mejorar diversas características, muchas de las cuales van dirigidas a agricultores y consumidores y pueden contribuir a una agricultura más sostenible.
Empresa estatal brasileña realiza ensayos con trigo transgénico tolerante a sequía ante escasez de oferta global
La decisión es la más reciente señal del creciente interés internacional en trigo con mayor tolerancia a las sequías, a medida que condiciones más extremas vinculadas al cambio climático incrementan el riesgo de hambrunas en el mundo.
Desarrollan nuevo método «CRISPR-Combo» que aumenta el poder de edición del genoma en las plantas
Los científicos han desarrollado el «CRISPR-Combo», un método para editar múltiples genes en las plantas y cambiar simultáneamente la expresión de otros genes sin efectos secundarios. Esta nueva herramienta permitirá combinaciones de ingeniería genética que trabajen juntas para potenciar la funcionalidad y mejorar la obtención de nuevos cultivos.
Científicos resucitan proteínas antiguas para mejorar la fotosíntesis y generar cultivos más resistentes y productivos
Investigadores de la Universidad de Cornell analizaron la historia evolutiva para comprender cómo actuó una enzima clave (Rubisco) para la fotosíntesis cuando los niveles de CO2 eran mucho más altos. Replicarla en cultivos modernos mediante edición genética podría ayudar a adaptarlos para un futuro más cálido y seco y producir plantas con mayor biomasa o rendimiento.
Cultivos que se auto-fertilizan y transmiten «vigor híbrido» a su descendencia como herramientas contra el cambio climático
Un proyecto emblemático de la iniciativa «Climate Grand Challenges» tiene como objetivo reducir las emisiones provocadas por la agricultura y hacer que los cultivos alimentarios sean más resistentes y nutritivos. Entre los esfuerzo se incluye el uso de la modificación genética para desarrollar semillas más robustas que transmitan el mismo rasgo de generación en generación, y cereales clave como trigo, arroz o maíz capaces de crear su propio fertilizante a través de una relación simbiótica con microbios fijadores de nitrógeno (como lo hacen las leguminosas).