La abeja melífera (Apis melifera) es un organismo importante a considerar en la evaluación de riesgo ambiental de los cultivos transgénicos debido al papel de este insecto en la polinización. Las larvas de las abejas están expuestas directamente a los productos transgénicos ya que se alimentan de polen proveniente de estas plantas. La mayoría de los estudios que analizan este tema, los cuales a su vez han concluido que no hay un efecto negativo de los cultivos transgénicos sobre las abejas, involucran abejas adultas, aunque las larvas son las primeras que están expuestas al material modificado genéticamente cuando consumen el polen. Así, la científica Harmen Hendriksma de la Universidad de Wurzburg y sus colegas evaluaron los efectos letales y sub-letales del consumo de polen Bt (polen transgénico resistente a ciertos insectos) por parte de larvas de abejas melíferas a través de bioensayos eco-toxicológicos estándar. Los científicos también analizaron el efecto de polen transgénico conteniendo sólo un tipo de proteína Bt o varios tipos de proteínas Bt al mismo tiempo, en la supervivencia y el peso de las larvas de las abejas.
Los investigadores alimentaron las larvas con dietas semi-artificiales que contenían 2 mg de polen. Se observaron las larvas durante 120 horas hasta llegar a la etapa prepupal cuando las larvas paran de alimentarse y crecer. No se encontró ninguna diferencia significativa en la supervivencia y en el peso de las larvas alimentadas con polen Bt en comparación con el control de larvas alimentadas con polen convencional. Esto resultados indican que la exposición al maíz Bt no causa ningún efecto nocivo sobre las larvas de las abejas.
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